lunes, 8 de marzo de 2010

MUJER


Detrás del género, una cuestión clasista
Mujeres: El género nos une...la clase nos divide

Han pasado ya 153 años desde aquél 8 de marzo de 1857, en que obreras textiles de Nueva York, perdieron sus vidas en una lucha reivindicativa, tras tomar la fábrica en que trabajaban, planteando reclamos por  mejores salarios y una jornada laboral de 10 horas diarias...ante lo cual, la patronal respondió provocando un incendio que culminó con la muerte de quienes enarbolaban a través de la huelga, la lucha por sus legítimos derechos...Lucha ésta, que además de expresar reivindicaciones de género, denotaba, fundamentalmente, reivindicaciones de clase.
La explotación de la mujer, dentro de éste sistema capitalista, configura, claramente, una doble opresión: por un lado la que se produce  en razón del género, que se refleja en la discriminación que se suscita cuando, ante una misma tarea, se le paga a las mujeres una retribución inferior a la del varón, cuando se las somete a diversos grados de violencia, intimidación y acoso- dentro de los cuales, el acoso sexual es la máxima expresión de ésta  opresión - Pero  por otra parte, esa opresión por razones de género encubre la que se genera por razones  clasistas. En ese sentido, no es un dato menor el hecho de que la gran mayoría de mujeres que sufren discriminación por razones de género, es decir, aquellas que cobran salarios inferiores al de los varones ante una misma jornada laboral, las que padecen agresiones constantes que degeneran inclusive en la violencia física, las que son ultrajadas mediante diversos acosos, sean justamente aquellas mujeres que pertenecen al seno de la clase trabajadora, abarcando también a las mas desposeídas que cuentan con escasos ingresos para subsistir.
Mujeres ocupadas,  sub-ocupadas y/o desocupadas, que luchan diariamente buscando su inserción en el mercado, dentro de un sistema en el que la mano de obra se ha convertido en una mercancía cuyo “precio” se determina por las oscilaciones que se  expresan en la “ley de la oferta y la demanda”.-
No es posible llevar adelante una política revolucionaria, sin denunciar que la liberación de cualquier opresión en razón del género, solo es viable tras romper con la opresión por razones de clase.

El Sistema Capitalista, es en verdad, el gran opresor de miles de hombres y mujeres al implantar la dictadura del capital. En esto, no hay distinción de género, pues no hay que olvidar que existen mujeres que explotan a otras dentro de éste régimen, y esto es así porque el Sistema Capitalista se caracteriza por una explotación que se genera por razones de clase, enfrentando a explotadores – hombres y mujeres que son dueños de medios de producción- y explotados- hombres y mujeres que venden en el mercado su fuerza de trabajo.

Hoy, como en 1857, las reivindicaciones de género, son ante todo, reivindicaciones clasistas.

La Unidad  necesaria para enfrentar al Sistema Capitalista que nos oprime a todos- sin distinción de sexos, raza, religión o creencias- requiere que la problemática de la opresión de la mujer sea abrazada por totalidad de  los explotados.

La discriminación hacia la mujer es otro matiz que refleja la barbarie del Sistema Capitalista, y el único modo de combatirla es a través de una política internacionalista, clasista y revolucionaria.

1 comentario:

el oso dijo...

Excelente nota, José Luis.