viernes, 3 de octubre de 2014

EL DOGMA EN LAS ESCUELAS A VECES SE DISFRAZA CON LA VISIÓN DE VARIAS PERSONALIDADES, EN LA INTERPRETACION DE LA HISTORIA.


 Por: José Luis González
La interpretación histórica ha sido siempre una interpretación polisémica de la misma y esta definición se ha emitido de forma ampliada según las relaciones de fuerza que han encontrado las diferentes clases o capas sociales para oponer una visión sobre la otra. El liberalismo como ideología ha podido desvirtuar esta característica polisémica de forma tal que la misma es encasillada en Historiadores y así poder encorsetar las diferentes visiones en distintas corrientes de pensamiento.  Lo que se trata en cuanto al estudio de “la historia” no es el conocimiento y el recitado sermonar  de la palabra santa de “Liberani” (por citar a cualquier autor) con respecto a otro, utilizando el mismo método, sino tratar de desarrollar la capacidad interpretativa de los estudiantes de profesorado de historia, para que estos puedan liberarse de los dogmas (subjetivos) impuestos por la curricular y desarrollar la necesidad de la creación interpretativa critica de los hechos históricos.
Hemos pasado de leer el único libro santo “la biblia” para leer con el mismo método varios autores con los motes de “MESIAS”, “Marx”, “Trotsky” (como otros) son autores que han contribuido en sus escritos, grandes aportes teóricos para la clase obrera, empero no dejan de ser hombres de carne y hueso, con sus subjetividades y lo peor es que algunos de sus seguidores no ven que el producto (sus escritos) son productos sociales, es el colectivo, la fuerza de las grandes masas explotadas son los motores de ese producto, los autores solo son los ejecutores, los burócratas intelectuales, que el liberalismo rescata principalmente para desarrollar la idea del INDIVIDUALISMO. 


Son estos supuestos que subyacen los que me motivan a escribir que hay profesores que estigmatizan a los autores y no dejan espacios para el debate, a lo sumo a estos debates los disfrazan para oponer un dogma contra otro, esa es una de las grandes diferencias que hay entre la escuela clásica y el constructivismo, el cual se despoja de los dogmas, para que a través de las cuestiones que motivaron a tal accionar de masas en un sentido u otro, saquemos nuestras propias conclusiones, y no al reduccionismo de ver  o no ver si el Paradigma de “x” decía textualmente esto.-

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